La cirugía laparoscópica es una técnica utilizada en el tratamiento de hernias, conocida como hernioplastia laparoscópica. Esta técnica se utiliza comúnmente para tratar la hernia inguinal, pero también puede aplicarse a otras hernias, como la hernia umbilical, hernia ventral o hernia hiatal.

Durante la cirugía laparoscópica de hernia, se realizan varias pequeñas incisiones en el abdomen. A través de estas incisiones, se inserta un laparoscopio y otros instrumentos quirúrgicos. El cirujano utiliza estas herramientas para reparar la hernia desde el interior del abdomen, sin necesidad de realizar una incisión grande.

El procedimiento generalmente implica los siguientes pasos:

1. Se infla el abdomen con dióxido de carbono para crear espacio de trabajo y mejorar la visibilidad.
2. Se inserta el laparoscopio y los instrumentos quirúrgicos a través de las incisiones.
3. Se colocan mallas sintéticas o biológicas para reforzar el área debilitada de la hernia y evitar la recurrencia.
4. Se aseguran las mallas en su lugar con suturas, grapas o dispositivos de fijación.
5. Se retiran los instrumentos y se cierran las incisiones con puntos o adhesivos quirúrgicos.

La cirugía laparoscópica de hernia generalmente ofrece beneficios como una recuperación más rápida, menos dolor postoperatorio y una menor tasa de complicaciones en comparación con la cirugía abierta tradicional.

Es importante consultar a un especialista en cirugía general especializado en hernias para obtener una evaluación adecuada y recibir recomendaciones específicas sobre el tratamiento más adecuado para tu situación.