La expresión “ojo rojo” comúnmente se asocia con la conjuntivitis, una inflamación de la conjuntiva, que es la membrana transparente que recubre la superficie interna del párpado y la parte blanca del ojo. La conjuntivitis puede ser causada por diversas razones, como infecciones virales o bacterianas, alergias, irritantes químicos o exposición a agentes externos.

Los síntomas típicos de la conjuntivitis incluyen:

• Enrojecimiento en el ojo afectado.
• Picazón.
• Ardor.
• Lagrimeo excesivo.
• Secreción ocular. 

Es importante tener en cuenta que, aunque la conjuntivitis a menudo es una afección leve y autolimitada, en algunos casos puede ser necesaria la intervención médica. Si experimentas síntomas de conjuntivitis, especialmente si persisten o empeoran, es recomendable consultar a un profesional de la salud, como un oftalmólogo. El tratamiento dependerá de la causa específica de la conjuntivitis y puede incluir medicamentos como gotas oculares antibióticas, antivirales o antiinflamatorias, según sea necesario.