El rejuvenecimiento de cara y cuello se refiere a un conjunto de procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos destinados a restaurar la apariencia juvenil del rostro y el cuello. Estos procedimientos pueden abordar problemas como la pérdida de elasticidad de la piel, la aparición de arrugas, líneas finas, flacidez, pérdida de volumen y cambios en la textura de la piel que ocurren como parte del proceso natural de envejecimiento. Algunas de las técnicas más comunes incluyen:

1. Lifting facial (ritidectomía): Este procedimiento quirúrgico se enfoca en eliminar el exceso de piel, tensar los tejidos subyacentes y redefinir los contornos faciales para un aspecto más joven y descansado.

2. Lifting de cuello: Específicamente diseñado para mejorar la apariencia del cuello y la línea de la mandíbula, eliminando el exceso de piel y grasa y reajustando los músculos para reducir la apariencia de “cuello de pavo” o bandas verticales.

3. Blefaroplastia (cirugía de párpados): Dirigida a rejuvenecer los párpados eliminando el exceso de piel, grasa y músculo de los párpados superiores e inferiores para corregir la apariencia de párpados caídos o bolsas debajo de los ojos.

4. Inyecciones de rellenos dérmicos y toxina botulínica: Aunque no son procedimientos quirúrgicos, estas inyecciones pueden complementar el rejuvenecimiento facial al rellenar arrugas profundas, restaurar el volumen perdido y relajar los músculos que contribuyen a las líneas de expresión.

La elección de los procedimientos depende de las necesidades individuales, los objetivos estéticos, la condición de la piel y la estructura ósea del paciente, así como de la experiencia y recomendación del cirujano plástico