Prepucio Cerrado en Niños (Fimosis)
La fimosis es una condición en la cual el prepucio, la piel que cubre la cabeza del pene (glande), no se puede retractar completamente. Es común en bebés y niños pequeños, y en muchos casos, la fimosis se resuelve de forma natural a medida que el niño crece. Sin embargo, en algunos casos, la fimosis puede persistir en la adolescencia y la edad adulta.
Hay dos tipos principales de fimosis:
Fimosis fisiológica: Es común en bebés y niños pequeños. En los primeros años de vida, el prepucio puede estar adherido al glande, lo que dificulta o impide su retracción. Con el tiempo, a medida que el niño crece, esta adherencia tiende a liberarse, permitiendo la retracción normal del prepucio.
Fimosis patológica: En este caso, la fimosis persiste más allá de la infancia y puede deberse a inflamación, cicatrización o estrechamiento del prepucio. Puede causar problemas como dolor al orinar, infecciones del tracto urinario, inflamación del glande, entre otros.
Es importante destacar que la fimosis puede variar en gravedad. En algunos casos, el prepucio puede ser parcialmente retráctil, mientras que en otros casos puede ser más estrecho y difícil de retractar. Si el prepucio está demasiado estrecho y causa problemas, como dolor al orinar, infecciones recurrentes del tracto urinario o inflamación, es posible que se requiera tratamiento.
En casos severos de fimosis, se puede considerar la circuncisión, que es la eliminación quirúrgica del prepucio. Si tienes preocupaciones acerca del prepucio cerrado en un niño, es recomendable consultar a un pediatra. El profesional de la salud podrá evaluar la situación y proporcionar orientación sobre el tratamiento apropiado, si es necesario.
Dr. Carlos Arósqueta Guzmán – Pediatra
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