La caries del biberón, también llamada por los odontólogos caries rampante por la rapidez con la que se extiende, es un tipo especial de caries que afecta a los bebés que aún están en periodo de lactancia, aunque también puede aparecer en niños de hasta 4 ó 5 años.
Aunque se denomina caries del biberón, este tipo de caries afecta tanto a los bebés lactantes como a los que son alimentados mediante biberón. Es un tipo de caries infantil que provoca un proceso destructivo del diente debido a que las bacterias se alimentan de los restos de azúcares que quedan en los dientes o encías, provocando la desmineralización de la superficie dental.
Por qué se produce
Las caries de biberón se producen debido a la exposición frecuente de los dientes del niño a líquidos que contienen azúcares como la leche materna o de fórmula, los jugos de fruta, los refrescos y, en general, las bebidas azucaradas. Los azúcares de estos líquidos se fijan en los dientes y las encías del bebé y sirven de alimento para las bacterias que originan la caries.
Los bebés acostumbrados a dormirse con el biberón en la boca tienen más riesgo de sufrir caries en los dientes de leche, ya que determinados ingredientes presentes en la leche como la maltosa, la glucosa, la sacarosa y la lactosa, permanecen durante más tiempo en sus dientecitos y pueden producir caries.
Cuáles son sus síntomas
La detección e intervención temprana es clave para tratar la caries del biberón y evitar sus desastrosas consecuencias. El síntoma más evidente de la caries del biberón es la aparición de manchas blancas en los dientes. Más tarde, estas manchas se oscurecen y se vuelven amarillentas o negruzcas.
La caries del biberón es un problema grave que puede llegar incluso a provocar la pérdida de los dientes de leche. Las ausencias dentales en la infancia pueden ocasionar posteriores problemas para hablar o masticar. También interfieren en el desarrollo normal de la dentición definitiva.
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